A veces uno no se sabe,
sino como víscera
ardiendo perpetuamente,
precisando del roce atroz
de la piel y del verso
troceado
para realzar matices.
Sin embargo, se es
y se sigue
-descuidado el por qué-
enlazando adjetivos.
Se es
caminante que porta ardor
y desasosiego a cuestas.
Todo hacia arriba,
hacia infinitos
de huesos y cenizas,
con el desconocido
a quien llevan
nuestros zapatos.
-de Alquimia-
fotografía de Arturo Sanz
"con el desconocido
ResponderEliminara quien llevan
nuestros zapatos"
¡Bravo!
Debémoste cuanto has escrito. Y en palabras retocadas de Machado también: Dejarse debiera tu verso como se deja la espada del capitán.
Fdo.: An Actor
No hay deuda con lo que he escrito. Gracias a ti por leerlo.
Eliminar