lunes, 2 de febrero de 2015


A veces uno no se sabe,
no se encuentra
sino como víscera 
ardiendo perpetuamente,
precisando del roce atroz
de la piel y del verso
troceado 
para realzar matices.

Sin embargo, se es
y se sigue
-descuidado el por qué-
enlazando adjetivos.

Se es
caminante que porta ardor
y desasosiego a cuestas.
Todo hacia arriba,
hacia infinitos 
de huesos y cenizas,
con el desconocido
a quien llevan
nuestros zapatos.


                                                      -de Alquimia-


fotografía de Arturo Sanz

2 comentarios:

  1. "con el desconocido
    a quien llevan
    nuestros zapatos"
    ¡Bravo!
    Debémoste cuanto has escrito. Y en palabras retocadas de Machado también: Dejarse debiera tu verso como se deja la espada del capitán.
    Fdo.: An Actor

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay deuda con lo que he escrito. Gracias a ti por leerlo.

      Eliminar